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¿Qué tipo de garantías se exigen para un crédito PYME en México?

Al solicitar un préstamo para una micro, pequeña o mediana empresa (PYME), las instituciones financieras suelen exigir garantías para un crédito pyme en México. Las garantías pueden ser personales o reales como hipotecas sobre bienes inmuebles o prendas sobre equipo, inventarios u otros activos que respalden el crédito y reduzcan el riesgo bancario.

El financiamiento de las PYMEs es necesario para el desarrollo económico, pues les permite invertir, crecer y generar empleo. Uno de los principales requisitos para los créditos pyme suele ser la exigencia de garantías por parte de las instituciones financieras. La ENAFIN 2024 confirma que esta condición es determinante en la relación empresa-banco: de hecho, uno de los motivos más citados de rechazo crediticio es la falta de garantías suficientes. Por ello, aquí te decimos qué tipo de garantías se exigen para un crédito PyME en México. 

Índice

Causas de negativa de un crédito PyME

A pesar de la moderada demanda, la tasa de aprobación crediticia es muy alta. ENAFIN señala que la proporción de créditos aprobados creció de 90% a 94% entre 2017 y 2024. Esto implica que sólo una fracción mínima de solicitudes termina en rechazo. Sin embargo, la encuesta analiza detalladamente las causas de denegación para identificar las barreras.

Entre las PyMEs que vieron rechazada su solicitud de mayor monto (entre 2022 y 2024), el 22% atribuye la negación a “garantías insuficientes”. En otras palabras, casi una de cada cinco empresas afectadas señala la carencia de garantías adecuadas como motivo directo de rechazo. Este es, junto con el caso de “no dieron razón” (también 22%), el motivo más citado en la encuesta. En contraste, otros motivos aparecen menos frecuentemente: la falta de historial crediticio afecta al 18% (particularmente microempresas), y el incumplimiento de requisitos se menciona en torno al 16%.

La importancia de las garantías al solicitar un crédito PyME se refleja además en las consecuencias para las PYMEs pequeñas. ENAFIN reporta que, tras un rechazo crediticio, el 54% de las microempresas no vuelve a buscar financiamiento, frente a solo 22% en medianas y 37% en grandes. Esto indica que la exigencia de avales y colaterales acaba marginando a las más pequeñas: al enfrentarse a la barrera de las garantías, muchas micro deciden abandonar el mercado crediticio. Además, la encuesta muestra efectos negativos en la operación: 32% de las empresas rechazadas retrasaron proyectos de expansión y 28% cancelaron inversiones planificadas, afectando su crecimiento futuro.

Frente a estas restricciones formales, las empresas adoptan otras estrategias de financiamiento. ENAFIN documenta que un porcentaje significativo de firmas recurre a fuentes alternativas al crédito tradicional. Por ejemplo, un 34% de las empresas ha obtenido crédito de proveedores comerciales y un 14% de familiares o amistades. Adicionalmente, el autofinanciamiento es prevalente: casi la mitad (48%) de las empresas que utilizaron recursos propios lo hicieron porque resultaba menos costoso que tramitar un crédito.

Garantías crediticias por tipo de institución

Banca comercial

En general, los bancos comerciales más grandes (BBVA, Banorte, Banamex, Santander, HSBC, Scotiabank, Inbursa, etc.) manejan garantías para créditos PyMEs similares: aval personal de los dueños o socios, a veces en conjunto con obligados solidarios, y en muchos casos se recurre a garantías reales cuando el monto es significativo. Estos colaterales reales suelen ser hipotecas sobre inmuebles o prendas sobre bienes tangibles. Cada banco deja claro si requiere o no hipoteca y si pide un aval. 

  • BBVA: Requiere obligado solidario como garantía. Para personas físicas con actividad empresarial el obligado solidario debe contar con un bien inmueble libre de gravamen. Para personas morales se pide un obligado solidario con relación patrimonial.
  • Banamex: Pide Avalista, obligado solidario o coacreditado con igual responsabilidad de pago que el solicitante. Aunque menciona explícitamente la figura del aval/obligado, no especifica que exija garantías reales (hipotecarias o prendarias).
  • Banorte: El crédito en línea PyME no exige garantía hipotecaria, pero sí pide que el solicitante o su obligado solidario cuenten con algún bien inmueble. En la práctica se usa un obligado solidario con propiedad como respaldo.
  • HSBC: Requiere un obligado solidario. El producto está diseñado “sin garantía hipotecaria”, es decir, no pide hipoteca de bienes, solo un aval.
  • Scotiabank: El contrato menciona que en caso de incumplimiento el avalista o obligado solidario responde como obligado principal. En otras palabras, se aceptan aval personal u obligado solidario como garantía del crédito.
  • Inbursa: En "Crédito Express TPV": No requiere aval ni garantías (ni personales ni reales). En otros créditos PYME como InburPyme: se exige hipoteca y establece un valor mínimo de garantía.
  • Afirme: Crédito Fácil PyME: No requiere garantía colateral alguna. El proceso es “100% digital” y explícitamente señala “No requieres presentar garantía”. Crédito Total PyME: Sí requiere un aval (garantía personal). En la documentación se solicita declarar los datos patrimoniales del aval (persona física o moral). En la cláusula de advertencia se indica que el avalista/obligado solidario responderá como obligado principal.
  • Santander: Regularmente requiere diversas opciones de garantía para acceder a financiamiento. Estas garantías pueden ser reales o avales.
  • BanRegio: En sus productos PyME se exige aval, garantía hipotecaria o prenda. 
  • Compartamos Banco: En su “Crédito Grupal”: No se requiere aval, funciona con garantía grupal interna entre los miembros. En “Crédito Individual” funciona sin aval para clientes con buen comportamiento de pago.
  • BanBajío: Pide varias garantías combinadas. Garantía líquida (depósito del porcentaje del crédito) y obligado solidario con inmueble en garantía; además, exige garantía hipotecaria sobre bienes inmuebles.
  • Covalto: Señala que, según el caso, puede requerirse garantía hipotecaria, prendaria o líquida. En su Crédito Agil, no quiere garantías. 
  • BX+: Otorga crédito con garantías reales variadas: hipoteca, prenda, caución bursátil o fideicomiso, según la operación.  En general sus créditos empresariales exigen garantía real.

Banca de desarrollo

En la banca de desarrollo y fondos gubernamentales las garantías que se exigen para un crédito PyME, son similares a las de la banca comercial (avales, hipotecas, prendas). Esto significa que, aunque existan estos apoyos públicos, las PYMEs deben seguir disponiendo de avales o bienes propios para obtener el préstamo.

  • NAFIN: No indica que den créditos sin garantía propia, sino que complementan garantías existentes, usualmente proporcionadas por el acreditante ante el banco.

Fintech

En las plataformas fintech de crédito, incluyendo startups de préstamos en línea, neobancos y factoraje digital; por lo general se busca simplificar el acceso al financiamiento para PyMEs, frecuentemente sin exigir garantías hipotecarias tradicionales. En lugar de colaterales físicos, muchas fintech se apoyan en análisis de datos como ventas con tarjeta, facturación SAT e historial crediticio.

En plataformas de préstamos P2P crowdfunding tampoco exigen garantías tradicionales. Sus créditos en línea se otorgan sin aval ni garantía real, apoyándose en la calificación crediticia del solicitante y el fondeo colectivo de inversionistas. 

  • Kubo Financiero: Opera sin aval. En su publicidad enfatiza que elimina la necesidad de contar con aval. 
  • Konfío: Su oferta destaca que el crédito se otorga sin aval ni garantías hipotecarias.

SOFOM (Sociedades Financieras de Objeto Múltiple)

En general, las SOFOMes especializadas en créditos PyME suelen pedir garantías muy similares a la banca tradicional: avales, garantías hipotecarias o prendarias sobre activos de la empresa, especialmente para montos elevados. 

Para créditos pequeños o específicos, pueden operar sin garantías reales, respaldándose solo en la firma del cliente y sus flujos. Siempre evaluarán la capacidad de pago, pero tienen flexibilidad normativa para definir garantías caso por caso en el contrato.

  • Xepelin: Para su línea principal de crédito empresarial no se mencionan garantías; el enfoque es 100 % digital y de flujo; no indica exigencia de aval o colateral real
  • Creditea: Su sección de ayuda aclara que “no necesitas aval ni garantías” para el préstamo. 

SOFIPO (Sociedades Financieras Populares)

En los créditos PyME otorgados por SOFIPOs suele haber una orientación de inclusión financiera, lo cual se refleja en requisitos de garantía más flexibles que la banca tradicional. En muchos casos no se exige garantía hipotecaria ni aval formal, sobre todo para préstamos de montos bajos, pero sí se utilizan mecanismos alternos: por ejemplo, fomentar el ahorro previo del solicitante.

  • Finsus: En su sitio indica “hasta $7.5 millones sin garantía; hasta $25 millones con garantía”, es decir, montos mayores de requieren algún colateral, por ejemplo, depósito en garantía o hipoteca.

Socaps (Sociedades Cooperativas de Ahorro y Préstamo)

Las Socaps funcionan con garantías basadas en el vínculo del socio: requieren aportar capital social, mantener ahorros mínimos que fungen de garantía líquida y conseguir avales de otros socios. La garantía real se reserva solo para préstamos de montos extraordinarios, no siendo la norma en créditos ordinarios de consumo o productivos dentro de la cooperativa.

  • Caja Popular Mexicana: Exige un depósito del 10% del monto solicitado en la cuenta del socio. Además, señala que las garantías se determinan según cada caso y “en algunos casos” puede requerir aval personal o garantía prendaria.

Casas de Bolsa

Las Casas de Bolsa no otorgan típicamente créditos comerciales directos a PYMEs; su negocio principal es la intermediación en mercados de valores. Sin embargo, sí ofrecen líneas de financiamiento a sus clientes inversionistas utilizando sus valores como garantía, lo que se conoce como crédito con prenda bursátil o cuentas de margen, es decir, el cliente pone sus acciones o bonos en prenda, y la casa de bolsa presta un porcentaje de ese valor. No se piden avales, ni bienes raíces. Si el cliente incumple, se venden los valores y se cubre el préstamo. 

En la práctica, esto significa que si, por ejemplo, se presta $1 millón de pesos, el cliente debe dejar quizás $1.25 millones en acciones en garantía, si esas acciones caen de valor, se exigirá al cliente que aporte más efectivo o valores para mantener el margen de garantía requerido.

Garantías personales

Estas garantías implican el compromiso de una tercera persona, o incluso del mismo acreditado, de responder con su patrimonio por el crédito otorgado, sin necesidad de dejar en garantía un bien físico. Dentro de esta categoría se encuentra el aval u obligado solidario, que es una persona que asume la responsabilidad del pago si el titular no cumple. También existe la figura del coacreditado, en la cual el crédito se otorga a dos titulares con responsabilidad compartida ante la institución financiera.

Garantías reales

Este tipo de garantía se constituye con bienes tangibles que respaldan directamente el crédito. El bien queda formalmente comprometido en prenda o bajo hipoteca a favor de la institución, la cual puede ejecutarlo legalmente en caso de incumplimiento de pago. Existen dos formas comunes de garantía real: La garantía hipotecaria implica gravar un inmueble, como una casa o un local comercial, como respaldo del préstamo. Este tipo de garantía es común en créditos de mayor monto o a largo plazo, debido a su estabilidad y alto valor.

La garantía prendaria, por su parte, se refiere al uso de bienes muebles como vehículos, maquinaria, herramientas o inventarios. Estos bienes se dejan en garantía y aplican con frecuencia en esquemas como arrendamientos financieros o factoraje.

Garantías líquidas

Consisten en depósitos en efectivo, saldos de cuentas de ahorro, inversiones o montos bloqueados dentro de una institución financiera que respaldan una parte del crédito. Funcionan como una garantía colateral de fácil ejecución. Estos recursos quedan congelados durante la vigencia del crédito y, en caso de incumplimiento, pueden ser utilizados inmediatamente por la institución para cubrir el adeudo. Su uso es común en instituciones que trabajan con ahorro previo como condición para otorgar financiamiento.

Garantías bursátiles

Se utilizan principalmente en casas de bolsa o en esquemas de financiamiento vinculados a portafolios de inversión. En este modelo, la institución otorga un crédito respaldado por los valores financieros que el cliente tiene bajo custodia. El funcionamiento se basa en que el cliente deja en prenda instrumentos como acciones, bonos o fondos de inversión, sobre los cuales se establece un aforo, es decir, un porcentaje del valor total del portafolio que puede tomarse como garantía. Si el valor de los activos cae, la institución puede emitir una llamada de margen o “margin call” para solicitar garantías adicionales o proceder a la venta de los valores a fin de cubrir el crédito.

Garantías grupales

Son comunes en esquemas de microfinanzas, créditos solidarios o en cooperativas de ahorro y préstamo. A diferencia de las garantías tradicionales, en este modelo no se requiere un aval externo ni un bien físico, ya que la garantía se establece en la responsabilidad solidaria de un grupo de personas. Todos los integrantes del grupo responden por el crédito de cada uno, lo que crea una red de corresponsabilidad. 

Garantías institucionales

Este tipo de garantía es proporcionado por organismos públicos, como la banca de desarrollo o fondos gubernamentales, y tiene como objetivo complementar el respaldo que presenta la PyME ante una institución financiera tradicional. Estas garantías no sustituyen la garantía que aporta directamente el acreditado, sino que funcionan como un respaldo adicional para reducir el riesgo asumido por el intermediario financiero. Se utilizan comúnmente para facilitar el acceso al crédito a empresas que no cuentan con historial crediticio sólido o con colaterales suficientes, permitiendo a los bancos conceder financiamiento en condiciones más accesibles.

Guillermo Serrano

Redactor especializado en finanzas personales, créditos y soluciones para PyMEs.

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